Os preguntaréis que dice el título de la publicación pues es: “Es hora de desaprender” y se debe a lo siguiente; Un perro llamó la atención en la provincia de Shandong, China, por quedarse custodiando la tumba de su dueño fallecido. Lao Pang murió a los 68 años y su perro continuó su vida sin alejarse de quién cuidaba de él.
A los siete días de la muerte, la mascota fue vista a un lado de la sepultura, en un cementerio fuera del poblado. Al notar que estaba sin comer, vecinos del pueblo se llevarán al animal, le dieron agua y alimento. Cuando esté terminó de alimentarse dio media vuelta y regresó al cementerio.
Los mismos que lo alimentaron una vez han optado por llevar agua y comida regularmente y pretenden instalar una casita para la mascota junto ala tumba de su dueño.
Aquí se muestra la lealtad de un animal, sinceramente no tengo palabras y creo que es hora de desaprender… y aprender un poco de estos animales que en ocasiones nos superan.
“El mejor amigo del hombre”
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